Hay muchas razones para visitar Salamanca, una provincia donde la naturaleza ha sido pródiga: desde los verdes campos de cereales de La Armuña y Peñaranda a las crestas nevadas de la Sierra de Béjar, pasando por los formidables cañones del Duero o los inmensos encinares del Campo Charro.
En este mosaico de tierras y gentes el viajero se sorprenderá descubriendo los municipios reconocidos como Conjuntos Históricos, los grabados del yacimiento arqueológico de Siega Verde (declarado Patrimonio de la Humanidad), el Territorio Vetón y sus misteriosos castros o las Fortificaciones de la Frontera.
Otras sugerencias le llevarán a recorrer la ruta del Toro bravo y la dehesa, pasear por los Caminos de Arte en la Naturaleza, disfrutar de las rutas de los Vinos Sierra de Francia y Arribes, pedalear en bicicleta todo terreno, o sucumbir a los sabores y aromas del Jamón Guijuelo y otros productos de calidad de la provincia. Propuestas para sentir, experiencias para compartir.
