Cada año, a la hora de confeccionar La Vuelta, intentamos buscar una serie de narrativas únicas que hagan que cada edición sea especial y singular. Puede ser una efeméride, un lugar inédito, un clásico recuperado…no existe un criterio fijo más allá del instinto y la inspiración que nos transmiten los territorios que va apuntando la aguja de nuestra brújula. Ahora que esta comienza a girar hacia La Vuelta 22, confieso que no me resulta difícil encontrar argumentos para explicar por qué se trata de un recorrido equilibrado. Lo es en base a cuatro pilares fundamentales sobre los que les invito a navegar.
En proa está el regreso a los Países Bajos. Por primera vez, las tres Grandes Vueltas del calendario ciclista internacional arrancarán fuera de sus territorios de origen. La Vuelta saldará su cuenta pendiente con Utrecht, Breda y ‘s-Hertogenbosch. Un paraíso ciclista que vuelve a abrirnos sus puertas dos años después, con la misma ilusión.
Volveremos a España con viento de popa, enlazando con el segundo eje narrativo de esta edición: tocar los cuatro puntos cardinales de la península. Empezaremos navegando por el norte, un rumbo que conocemos, con sabor clásico pero que seguirá deparando muchas sorpresas. La afición vasca nos despedirá antes de continuar nuestra travesía hacia Cantabria y la montaña asturiana: un muelle conocido, Les Praeres y un puerto inédito, el Colláu Fancuaya.
Viraremos a estribor para llegar a Alicante, desde donde descenderemos a la Región de Murcia y Andalucía. Tercer pilar de esta Vuelta. Por primera vez en 87 años de historia, visitaremos las ocho provincias andaluzas. Lo celebraremos en el cielo de Sierra Nevada.
Ese giro a babor culminará con dos llegadas inéditas en Extremadura antes de que Madrid y su irresistible fuerza centrípeta nos invite a atracar. Emoción asegurada en Navacerrada antes de desfilar por la capital.
La Vuelta se construye con historias. Historias de Historia, de aventura y de épica. Un nuevo viaje que están a punto de descubrir. Nuestra tripulación está lista para echarse al mar y le invitamos a zarpar con nosotros.
