Para ir al trabajo, para pasear, para mantenerse en forma o con la ambición de competir, la bicicleta forma parte del día a día de muchos barceloneses. La Ciudad Condal se encuentra entre las mejores ciudades de España gracias a su amplia red de carriles bici, con más de 240 kilómetros para ciclistas.
En 1992, sobre el Estadio Olímpico Lluís Companys se alzaba el pebetero olímpico, que vivió un encendido grabado en la memoria colectiva cuando la flecha ardiente lanzada por el arquero paralímpico Antonio Rebollo prendió la llama olímpica. Ahora, tras haber sido escenario de múltiples eventos deportivos, como el Campeonato de Europa de Atletismo en 2010, Barcelona sigue teniendo en el estadio olímpico uno de sus baluartes deportivos. Proyectos como Barcelona Sports TechHub, la incubadora de proyectos tecnológicos relacionados con el deporte y con base en el recinto olímpico, buscan mantener viva el espíritu deportivo de la ciudad.
Más de 30 años después de los Juegos Olímpicos, Barcelona sigue siendo un referente en la organización de eventos deportivos. Tanto los coches de Formula 1 como las motos de MotoGP hacen rugir sus motores en el Circuit de Barcelona-Catalunya, comúnmente conocido como Montmeló, cita ineludible de ambos campeonatos automovilísticos. En el mar, las aguas barcelonesas serán escenario de la America's Cup en 2024, la competición de vela por excelencia, y uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo.
Si la experiencia es un grado, Barcelona cuenta en ciclismo con la garantía de ser una de las sedes más experimentadas de La Vuelta y es que, con 50 salidas y 54 metas, está en la lista de ciudades que más veces ha visto pasar la ronda española por sus calles. Además, la Volta a Catalunya encuentra en esas mismas calles, especialmente en la subida a Montjuic, su tradicional fin de fiesta de la carrera cada año.
Como ya ocurriera en 1962, Ciudad Condal será la salida oficial de La Vuelta y protagonizará las dos primeras etapas mostrando al mundo su riqueza histórica y cultural. El Puerto Olímpico, la Sagrada Familia, la Plaza de España o la Montaña de Montjuic serán testigos de excepción de un evento que servirá de escaparate para mostrar al mundo, una vez más, la riqueza de Barcelona.
