Introducción

Este año la Geovuelta introduce dos variantes importantes. La primera es el paso por territorio italiano durante las cuatro primeras etapas y más concretamente por zonas alpinas, lo que aporta muchas novedades relacionadas con la geología de esa zona tan interesante desde el punto de vista geológico. La segunda es la concentración de etapas en el norte peninsular, que deja fuera la mitad sur de nuestro país. No obstante, los puntos de interés geológicos son tantos en los territorios que se van a recorrer, que no faltan los detalles en cada una de las etapas del recorrido.

Etapa 1 Torino- Novara

Km. 183-170. La ciudad de Torino, de donde parte la vuelta a España 2025 está caracterizada por su cercanía a los Alpes y por estar dominada al sur por el denominado Colle Maddalena, unas montañas constituidas por materiales terciarios depositados durante el Oligoceno y Mioceno (hace 30 a 7 millones de años) como materiales de piedemonte, es decir como resultado del aporte de materiales terrígenos desde los Alpes a las llanuras situadas inmediatamente al sur durante el levantamiento durante la orogenia alpina. El río Po ha erosionado gran  parte de esos materiales y ha depositado sedimentos aluviales en la llanura, pero ha dejado unas colinas que presentan una magnífica panorámica de la ciudad de Torino y de los Alpes.

© Torino y los Alpes desde la Colle Maddalena.

Km. 130-50. Gran parte de la etapa transcurre por la zona de Ivrea-Verbano, que se compone de secuencias volcano-sedimentarias metamorfizadas y rocas ígneas intrusivas de carácter básico (gabros y dioritas), que son descritas como el Complejo Máfico. En el recorrido veremos aflorar estas rocas en distintos puntos dela carretera. En algunas zonas se encuentran en contacto con serpentinas, como en Premosello:

© Esquema geológico de la presencia de la discontinuidad de Mohorovicic en la zona de Ivrea- Verbano.

Km. 60-45. Las rocas del manto están expuestas en muy pocos lugares en el mundo. Uno de estos lugares se encuentra en Premosello, un poco al norte del recorrido de la vuelta entre los kilómetros 125 y 135 de la etapa, en el Parque Nacional de Val Grande. Aquí aflora el límite entre el manto y la corteza (discontinuidad de Mohorovicic) que ha sido levantado hasta la superficie por las fuerzas tectónicas que han formado los Alpes durante la orogenia alpina, cuando normalmente se encuentra a unos 30-35 km de profundidad.

© La discontinuidad de Mohorovicic en Premosello (Foto de IUGS-Geoheritage).

El afloramiento de Premosello presenta rocas peridotitas serpentinizadas, que representan el manto superior y granulitas que representan la corteza inferior. Es de tal interés geológico, que el lugar ha sido incluido en el geoparque de Sessia-Valgrande por la Unesco. Las serpentinas constituyen un grupo de minerales que no se presentan en forma de cristales y que son productos de la alteración de minerales que se forman a gran profundidad. La serpentinización en este caso se produce por la hidratación del olivino. Las granulitas se componen fundamentalmente  de otros minerales también formados a considerables profundidades como el piroxeno y las plagioclasas y se describen también como gabros.

© Detalle de una serpentina.

Km. 45-40. La etapa se acerca por unos pocos kilómetros hasta Arona, en las orillas del lago Mayor. Este es uno de los grandes lagos formados durante la última glaciación. La orogenia alpina provocó la elevación de las montañas con la consiguiente formación de profundos valles que desaguaban en la llanura situada al sur. Durante la subsiguiente glaciación del Plioceno y Pleistoceno se formaron numerosos depósitos de morrenas (sedimentos dejados por los glaciares en sus costados, en su fondo y en su final). Cuando los hielos retrocedieron, dejaron enormes masas de morrenas terminales al final de esos valles. Esas morrenas constituyeron grandes represas que dieron lugar a la formación de lagos de considerable tamaño, entre los que destaca por sus dimensiones el lago Mayor.

© Lago Mayor.