10 AÑOS CON LA ROJA

Vida, poder, pasión, corazón y fuerza. Son palabras que asociamos al color rojo. Son palabras que asociamos con España y con su Vuelta. Son términos con los que decidimos asociarnos hace ya diez años, haciendo del rojo nuestro color, el color para vestir al líder de la general, el color del triunfo y la ansiada búsqueda de la victoria en una carrera apasionante.

En 2009, cuando abandonamos el oro, dejando a Alejandro Valverde como último portador del maillot dorado, quisimos reivindicarnos como carrera, reafirmarnos como la Gran Vuelta que éramos y somos y buscar un elemento que marcara y destacara la pasión y la intensidad que desprende este evento. 10 años después, tenemos la certeza de haberlo conseguido.

El maillot rojo evoca a un joven Vincenzo Nibali, asegurando el liderato en la Bola del Mundo. Nos recuerda a Juanjo Cobo dando la sorpresa ante el todopoderoso Team Sky de Bradley Wiggins y Chris Froome. Nos permite volver a soñar con los ataques de Alberto Contador, reinventando etapas y cerrando triunfos. La Roja de La Vuelta es Chris Horner imponiéndose ante Nibali y ante el Angliru. Recuerda a Fabio Aru echando el resto en la sierra madrileña ante un voluntarioso Tom Dumoulin que lo acabaría perdiendo todo y dibuja a Nairo Quintana batallando ante el coloso de los Lagos de Covandonga para alcanzar la felicidad plena. Chris Froome y Simon Yates también apostaron al Rojo y ganaron.

El sucesor de estos brillantes campeones, el que vista La Roja al término de La Vuelta 19, lo hará sabiendo que inscribe el décimo nombre de un palmarés de estrellas. Antes, habrá vivido tres semanas de pasión en las carreteras españolas, francesas y andorranas. Antes, habrá comprendido que la serpiente multicolor que lidera, tiene un punto rojo que, este año, brilla con más fuerza.

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