Entre fallas, volcanes e increíbles minerales
Esta etapa discurre por unos de los entornos geológicos más activos y variados de la península Ibérica, donde se encuentran desde grandes fallas generadoras de terremotos, pasando por terrenos volcánicos que ofrecen un paisaje fascinante, a la presencia de numerosos yacimientos minerales de alto interés en minería.
La etapa se inicia en la localidad de Alhama de Murcia, cuyo topónimo es tomado para nombrar a una de las fallas más activas de la península Ibérica, la falla de Alhama de Murcia, responsable del terremoto de Lorca de 2011. El término de “alhama”, compartido por otras localidades españolas, proviene del árabe al-hamman, que señala la presencia de baños de aguas termales. Este aspecto, junto con la existencia de una intensa actividad volcánica reciente es señal de que la zona tiene una importante actividad geotérmica, lo que implica un gran potencial energético de alto interés ecológico. La falla de Alhama de Murcia forma parte de un importante conjunto de fallas alineadas denominado Corredor de cizalla de la Bética Oriental, que va desde Guardamar del Segura hasta el Cabo de Gata (incluyendo su prolongación en el mar).
En la imagen adjunta en la galería se puede ver el Corredor de cizalla de la Bética Oriental con sus principales fallas en trazo rojo: Bajo Segura (BSF), Carrascoy (CAF), Los Tollos (LTF), Alhama de Murcia (AMF), Palomares (PAF) y Carboneras (CF). La etapa recorre las trazas de las tres últimas fallas, con las que interaccionan los procesos volcánicos y mineralógicos de la región. Asociado a este corredor tectónico se han producido grandes terremotos, como el de Lorca (2011), Torrevieja (1829) y Vera (1518), incluidos como círculos en el mapa (tomada de Gómez-Novell et al., 2020).
La combinación de fallas, vulcanismo y circulación de aguas termales ha hecho que la zona tenga un importante interés minero, con la existencia de numerosas explotaciones de oro, plata, cobre, zinc, como las de Rodalquilar, en funcionamiento desde finales del siglo XIX. Además, la zona tiene una riqueza mineralógica realmente impresionante, llegándose a dar minerales que toman el nombre de los topónimos de la zona, ya que fueron descritos por primera vez aquí, como la jarosita o la rodalquilarita. Entre las joyas mineralógicas de la región, destaca la geoda de Pulpí, un hueco formado por disolución kárstica de las dolomías de la Sierra del Aguilón relleno de cristales de yeso de tamaño métrico precipitados a partir de inyecciones hidrotermales volcánicas (Ver imagen en galería).
En su último tramo, la etapa se adentra en el Parque Natural de Cabo de Gata-Nijar, formado principalmente por rocas volcánicas. El vulcanismo de esta región es el más extenso dentro de la península Ibérica. Comenzó hace 15 millones de años y finalizó hace 6 Ma, dejando un paisaje excepcional que puede ser disfrutado desde cualquier punto del parque, aunque es especialmente atractivo en sus acantilados y playas (Ver imagen en galería).
Coordinador: Sergio Rodríguez García (Universidad Complutense de Madrid).
Colaboradores:
Elisabeth Díaz Losada (Instituto Geológico y Minero de España).
Julio Garrote Revilla (Universidad Complutense de Madrid).
Juan Miguel Insúa Arévalo (Universidad Complutense de Madrid).
Blanca Martínez García (Instituto Geológico y Minero de España).
Mónica Leonor Meléndez Asensio (Instituto Geológico y Minero de España).
Francisco Javier Rubio Pascual (Instituto Geológico y Minero de España).
Ángel Enrique Salazar Rincón (Instituto Geológico y Minero de España).