Glaciares y piedemontes

La etapa Ólvega - Zaragoza es una de aquella que los aficionados y comentaristas suelen llamar “de transición”, etapas poco decisivas en las clasificaciones y situadas entre las etapas reinas de montaña o contrarreloj. No sabemos qué ocurrirá en la etapa 12 de este año, puede que el viento del NW o “del Moncayo” añada dificultad e interés deportivo a la etapa, o puede que sea una jornada tranquila, pero lo que sí es seguro es que habrá una marcada transición altitudinal y geológica entre el inicio de etapa, situada a casi mil metros de altitud y en los materiales sedimentarios de edad Mesozoico, deformados por a orogenia Alpina y que forman parte de la Cordillera Ibérica, y la llegada, localizada a poco más de doscientos metros de altura, en los sedimentos del Mioceno (23 a 5 millones de años) y del Cuaternario (menos de 2,5 millones de años) horizontales que forman la Cuenca del Ebro.

La localidad soriana de Ólvega se sitúa a los pies del Moncayo (2.316 m), una montaña que destaca por ser la más elevada de la Cordillera Ibérica y también por su gran aislamiento y su marcada prominencia de 1298 m. Esta montaña está formada por materiales detríticos, conglomerados y areniscas, del Triásico (depositados hace 201 – 251 millones de años). Durante los primeros kilómetros de la etapa, los ciclistas rodearán esta imponente montaña, que está considerada un Lugar de Interés Geológico debido a la presencia de huellas dejadas por los glaciares durante el Cuaternario (últimos 2,5 millones de años).

El circo o “Pozo de San Miguel” es la huella más evidente que el hielo glaciar produjo durante el Cuaternario en el macizo del Moncayo. Abajo se observa el piedemonte o somontano del Moncayo, que es donde se sitúa la DO Campo de Borja  

En el kilómetro 10 se abandona la Cordillera Ibérica y se penetra en los materiales más jóvenes de la Cuenca del Ebro. Las regiones situadas en la base de las montañas o pidemonte presentan peculiaridades geológicas, geomorfológicas, climáticas e hidrológicas, por lo que constituyen comarcas singulares y que en Aragón y otras zonas de España se conocen como somontano. El somontano del Moncayo es una comarca vinícola peculiar y en ella se asienta la Denominación de Origen Campo de Borja, también conocida como “El Imperio de la Garnacha” por ser esta variedad de uva tan apreciada por los enólogos el sello más característico de sus vinos. La mayor parte de las viñas (más del 60%) se asientan sobre materiales recientes del Cuaternario, procedentes de la erosión del Moncayo, y que forman diversas tipologías de depósitos o formaciones superficiales (conos de deyección, terrazas, glacis y aluviales recientes) caracterizadas por tener suelos sueltos, profundos y pedregosos, pero también hay viñas sobre otras formaciones de conglomerados, areniscas y lutitas rojas, y calizas del Mioceno. Esa preferencia de los viticultores es debida a que en las viñas situadas sobre los materiales del Cuaternario se logran producciones superiores (entre 3 y 4 toneladas por hectárea) a las que se consiguen en las viñas situadas sobre las demás formaciones geológicas (sobre 2 toneladas por hectárea).

Según se avanza hacia el centro de la Cuenca del Ebro, las viñas dejan paso a otros cultivos, pues ni el clima más árido, ni las litologías (un substrato del Mioceno predominantemente arcilloso y terrazas del Cuaternario con suelos endurecidos y encostrados pos los “caliches”) son ya los adecuados para la vid. La etapa cruza el río Ebro cerca de la localidad de Gallur, y tras cruzar por Tauste (kilómetro 75) se dirige hacia la pequeña localidad de Castejón de Valdesaja, en la Comarca de las Cinco Villas. El paisaje ha cambiado radicalmente, pues estamos en la zona central de la Cuenca del Ebro donde las litologías predominantes son las arcillas y margas de colores grises a blanquecinas, a veces ligeramente rojizas, los yesos y las calizas blancas, todo ello depositado durante el Mioceno en ambientes lacustres. Al norte de la Castejón de Valdesaja, bajo las ruinas del Castillo de la Sora (origen árabe medieval, reformado en el siglo XVI), existen unos cantiles que son perfecto para observar el aspecto de esos sedimentos miocenos y por eso están incluidos en el Catálogo de Lugares de Interés Geológico de Aragón (Gobierno de Aragón).

Lugar de interés geológico “Cantiles miocenos del Castillo de Sora” (Castejón de Valdesaja). Un afloramiento espectacular donde se puede observar casi 100 m de serie miocena de la Cuenca del Ebro. En la cima se sitúan las ruinas del Castillo de la Sora, de origen medieval pero reformado en el siglo XVI (Bien de Interés Cultural). Fuente: Diputación Provincial de Zaragoza  

Tras cruzar el altozano de los Montes de Castejón, la etapa desciende sobre una superficie amplia y ligeramente inclinada cubierta por una fina capa de gravas de cantos de caliza y arenas arcillosas. A este tipo de superficies los geólogos lo llaman “glacis”, un vocablo procedente de la ingeniería militar y que denomina la pendiente suave y despejada que precede al foso de una fortaleza. El glacis conecta en la localidad de Villanueva de Gállego con las terrazas del dicho río, formadas por los aluviones que el río ha transportado desde el Pirineo en época geológica reciente (Cuaternario). En paralelo al río y sobre sus terrazas se llega a la zona de confluencia de los valles del Gállego y el Ebro, en Zaragoza, final de la etapa de hoy.  

Prominencia (de una montaña): desnivel mínimo que hay que descender desde la cumbre de una montaña para ascender a otra, cualquiera que sea, más alta. Cuanto más prominente sea una montaña más destacará entre las que la rodean, con independencia de su altitud (Wikipedia).

Piedemonte: región de relieve dominantemente plano y poco inclinado que se sitúa al pie de una montaña, o de un macizo montañoso, constituida por superficies de erosión y, sobre todo, por glacis y abanicos aluviales. (vocabulario de geología de la RAC). El término más coloquial somontano es equivalente

Coordinador: Sergio Rodríguez García (UCM)

Colaboradores: Elisabeth Díaz Losada (IGME) Julio Garrote Revilla (UCM) Juan Miguel Insúa Arévalo (UCM) Blanca Martínez García (IGME) María Belén Muñoz García (UCM) Francisco Javier Rubio Pascual (IGME) Ángel Enrique Salazar Rincón (IGME)