Etapa 6. Jerez de la Frontera - Yunquera  

La etapa 6 es la primera de las cuatro etapas que discurren por las cordilleras Béticas localizadas en el sur y el sureste de la península Ibérica. Esta etapa, con un trazado de Oeste a Este, comienza rodando sobre los sedimentos más superficiales y modernos del Neógeno y Cuaternario, pasando por los relieves formados por las rocas sedimentarias marinas mesozoicas de la Zona Externa de la cordillera, hasta finalizar en las rocas paleozoicas de la Zona Interna, donde se localizan las unidades geológicas más antiguas y profundas del orógeno.

© Relieve y mapa geológico de síntesis de la cordillera Bética. (http://www.senderosdealicante.com/geologicos/alicante.html).

La cordillera Bética, también conocida por su término en plural, cordilleras Béticas (debido a que está formada por un numeroso conjunto de sistemas montañosos) se extienden por más de 600 km por el Sur de la península Ibérica desde la provincia de Alicante hasta la de Cádiz, aunque en términos geológicos, la cordillera Bética continúa hacia el Noreste por debajo del mar Mediterráneo hasta las islas Baleares. La cordillera Bética es el resultado de complejos procesos tectónicos ocurridos durante las últimas decenas de millones de años (Cenozoico) enmarcados en un acercamiento general entre África y la península Ibérica de unos 5 mm al año.   Km. 1-20. En su tramo inicial desde Jerez de la Frontera, esta etapa discurre por los depósitos marinos que fueron sedimentados bajo las aguas del océano Atlántico en un brazo de mar que se adentraba por lo que hoy es el valle del Guadalquivir y zonas circundantes, dejando la cordillera Bética parcialmente sumergida con una paleogeografía de islas y estrechos.

© Reconstrucción paleogeográfica de la Cordillera Bética durante el Mioceno Superior (Serrano, 1979).

Km. 20-25. A su paso por la población de Arcos de la Frontera se puede observar como la dinámica fluvial cuaternaria del río Guadalete ha desarrollado una serie de meandros, curvas que describe el curso del río. Este trazado sinuoso hace que los procesos de erosión y sedimentación fluvial se localicen en distintos tramos del río. La evolución de esta dinámica fluvial puede llegar a producir el estrangulamiento de las zonas en las que se concentran los procesos erosivos. Este estrangulamiento hace que se generen “meandros abandonados” que, como consecuencia del cese de la circulación fluvial, pueden llegar a formar zonas lacustres con forma de hoz.

Km. 50-75. En su tramo medio, la etapa se enfrenta al primer gran desnivel topográfico característico de las Béticas, en este caso, la Sierra de Grazalema. En el ascenso al puerto del Boyar, el trazado discurre por las rocas sedimentarias marinas del Jurásico, de naturaleza calcárea: calizas, dolomías y margas, principalmente. Sobre estas litologías se ha desarrollado un modelado de erosión característico generado por la disolución química del carbonato cálcico que conforma las rocas: el modelado kárstico. Una de las formas exokársticas (generadas en el exterior, a diferencia de las cuevas, que son endokársticas) más reconocibles en este entorno son los poljés, como el del Endrinal, muy próximo al puerto del Boyar. Un poljé es una depresión alargada y cerrada de fondo plano cuyos bordes pueden llegar a están limitados por fallas. Dentro de la depresión se encuentra el sumidero, o ponor, por el que se drena la escorrentía superficial que circula por el valle cerrado. En la Sierra de Grazalema se encuentran numerosos poljés de gran extensión como el del Navazo Alto, el de los Llanos del Republicano, o de los Llanos de Líbar.  

© Formas características del modelado kárstico que se pueden observar en la Sierra de Grazalema, entre las que se encuentra el poljé de la Sierra de Líbar y el del Endrinal. (Bloque diagrama tomado de http://imgcdn.geocaching.com/cache/large/c3b8f212-4bfd-4

Km. 110-115. A continuación la etapa atraviesa la localidad malagueña de Ronda, donde se localiza su famoso Tajo, una espectacular incisión fluvial que deja paredes de roca de 140 m de altura. En estas paredes se pueden observar los estratos de los sedimentos marinos que rellenaron la depresión de Ronda durante el Mioceno Superior (hace entre 11 y 5 millones de años). Desde la parte inferior a la parte superior del Tajo se puede observar como varían los depósitos, comenzando con conglomerados mal estratificados con cantos poco redondeados de tamaño grueso que gradualmente disminuyen de tamaño, acabando en arenas calcáreas bioclásticas (formadas por fragmentos de conchas) denominadas calcarenitas. Esta disminución del tamaño de los clastos implica la colmatación de la cuenca marina, tras la que se produce su paso a un ambiente continental fluvial. Es a partir del Plioceno (hace 5 millones de años) cuando se produce un levantamiento tectónico de la región y comienza la fuerte incisión fluvial que genera el Tajo que vemos hoy en día.  

© Tajo de Ronda. https://www.diariosur.es/interior/ronda-vista-pajaro-durante-6154018098001-20200504103634-vi.html

Km. 150-180. La etapa finaliza en las Zonas Internas de la cordillera Bética, las “raíces” de la cordillera, formadas por las rocas más antiguas y profundas: rocas metamórficas del Paleozoico como gneises, esquistos y mármoles procedentes de la transformación mineral de antiguas rocas plutónicas y sedimentarias sometidas a altas presiones y/o temperaturas. En este último tramo, la etapa discurre incluso por rocas procedentes del manto terrestre generadas a más de 30 km de profundidad. Estas rocas son las peridotitas. Se trata de rocas ígneas plutónicas muy densas y oscuras formadas por minerales como el olivino, el piroxeno y el anfíbol. En la actualidad las peridotitas las encontramos aflorando en superficie gracias a la combinación de movimientos tectónicos y procesos de erosión que han exhumado estas formaciones.

Colaboradores:

Sergio Rodríguez García (UCM) (Coordinador)

Elisabeth Díaz Losada (IGME)

José Miguel Fernández Portal (IGME)

Juan Miguel Insúa Arévalo (UCM)

Blanca Martínez García (UPV)

Mónica Leonor Meléndez Asensio (IGME)

Isabel Rodríguez García de Castro (UCM)

Francisco Javier Rubio Pascual (IGME)