Km 0-40 
La etapa comienza en Pola de Laviana, ubicada sobre terrenos del Carbonífero Superior, casi en el borde oriental de la Cuenca Carbonífera Central Asturiana. Los materiales se depositaron en una cuenca formada durante la deformación compresiva de la orogenia Varisca. La sedimentación es, inicialmente, marina y hacia arriba pasan a capas de transición entre el medio marino y continental (deltaico, normalmente). En esta unidad geológica abundan las capas de carbón, explotadas en Asturias desde el siglo XIX, que dan testimonio de un clima cálido con una vegetación exuberante durante este periodo. El cierre de la minería de carbón en 2018, junto con el desmantelamiento de las centrales térmicas ha supuesto un cambio importante en la economía y la ordenación del territorio. Actualmente, sólo permanece activo el Pozo San Nicolás (Nicolasa, Mieres). La restauración de la antigua explotación minera de Coto Bello entre los ríos Aller y Negrón ha transformado este espacio en un lugar de gran belleza paisajística en el que tienen cabida actividades ganaderas, deportivas y turísticas. El patrimonio industrial relacionado con la minería constituye un atractivo turístico que se suma a la posibilidad de visitar una mina real (Pozo Sotón), el ecomuseo del valle de Samuño o el museo de la Minería. De esta forma, durante el recorrido de esta etapa se pueden apreciar los castilletes de las múltiples explotaciones de carbón este sector. Cabe destacar, el pozo Espinos, la estructura de extracción de carbón más antigua de España, una construcción de madera que data de la primera mitad del siglo XX.
Desde el punto de vista geomorfológico, cabe destacar las hoces del río Pino, un desfiladero excavado por el río en las calizas carboníferas entre las localidades de Felechosa y Collanzo.
Km 50-60
El cese de la minería de carbón conlleva, además, que los huecos generados por las explotaciones mineras se inunden, dando lugar a un “almacenamiento de aguas subterráneas”. Estas aguas que presentan una temperatura constante son objeto de aprovechamiento para climatización mediante “district heating” (red de calor). Concretamente, el District Heating del pozo Barredo genera energía geotérmica a partir del agua con la que se inunda la antigua mina y proporciona servicios de calefacción a varios e importantes edificios del casco urbano de Mieres (equipamientos de la Universidad de Oviedo, el Hospital Álvarez Buylla, el Instituto de Educación Secundaria Bernaldo de Quirós, la sede de la FAEN y bloques de viviendas particulares).
Km 80- 100
La etapa discurre por hacia el oeste hacia materiales más antiguos, la Unidad del Aramo, caracterizada por presentar una serie de cabalgamientos y pliegues que se pueden observar muy bien a lo largo de la ruta del Desfiladero de Las Xanas. La deformación se debe a dos grandes orogenias: la Orogenia Hercínica (hace unos 360-300 M.a), tras la que tuvo lugar un periodo erosivo y no quedan restos de la cordillera que se formó; y la Orogenia Alpina, que comienza en el Cretácico superior (hace unos 65 M.a), como consecuencia de la colisión entre la península Ibérica y Europa, aunque en el margen Cantábrico, se produjo más tarde (hace unos 40 M. a.). La sierra del Aramo, constituida por la superposición de escamas de caliza carbonífera cabalgantes de O a E, es un lugar de obligada visita. Además, se pueden observar formas de morfología kárstica y glaciar, en ocasiones surcadas por un encajamiento fluvial más moderno.
En el entorno de la ciudad de Oviedo, las aguas termales del balneario de Las Caldas (declarado como agua minero medicinal en 1869) surgen en las calizas carboníferas. El termalismo se asocia al grado geotérmico, inducido por la circulación del agua a través de las grandes estructuras tectónicas, actuando los sistemas de fallas posteriores a dichas estructuras como canales de circulación ascendente del agua caliente.
En los últimos kilómetros de la etapa, en el entorno de la localidad de Grado, se discurre sobre un pequeño afloramiento terciario, que pudo estar conectado en su origen con la cuenca terciaria de Oviedo. Está constituido por una alternancia de sedimentos aluviales y lacustres y da lugar a un relieve más alomado.
Km 100- 153,4
Al este de Grado, los ríos Nora y Nalón discurren muy próximos entre sí formando significativos meandros que excavan en sentidos opuestos. Si la actividad erosiva de ambos ríos prosiguiera en ambos cauces, se podría producir un fenómeno de captura, con la consiguiente confluencia de ambos ríos, en la que el río Nalón actuaría como nivel de base en el punto de confluencia y capturaría al curso del Nora. Y por tanto, el cauce del río Nora quedaría abandonado en el tramo comprendido entre San Pedro de Nora y su actual desembocadura en el río Nalón, aguas abajo del embalse de Priañes. Sin embargo, la presencia de los embalses del Furacón en el río Nalón y de Priañes en el río Nora y su efecto geomorfológico, probablemente impidan que este proceso de captura llegue a completarse.
El final de la etapa tiene lugar en Yernes y Tameza, sobre un paisaje kárstico desarrollado en la Caliza de Montaña (carbonífero). El Monumento Natural “Puertos de Marabio” dentro del Paisaje Protegido del Pico Caldoveriro se caracteriza, desde el punto de vista geomorfológico por la presencia de lapiaces, uvalas, dolinas y otras formas kársticas, además de una red de conductos subterráneos que han sido objeto de exploraciones espeleológicas.
Aunque en la actividad la minera del carbón se ha reducido al mínimo, todavía quedan algunas instalaciones activas, junto a las que pasa la carrera, como la Térmica de La Pereda o el lavadero del Batán, en los alrededores de Mieres.
Gran parte del recorrido sigue el río Nalón que tiene en su encajado valle numerosos ejemplos de la actividad minera que ha sido hasta no hace mucho uno de los baluartes económicos de la zona. La dificultad de explotación por la complejidad geológica y la deformación de las rocas y el coste económico de su explotación han derivado a mercados más baratos. Pero ha quedado en Asturias un legado cultural importante; cinco mil kilómetros de túneles que han llegado a los dos mil metros bajo la superficie, 260 años de ejecución a través de cuatrocientos mil trabajadores; en la actualidad parte de ese legado que no vemos desde el cielo es visitable.
Según nos acercamos al final de la etapa y nos metemos en terrenos del macizo del Aramo, pasamos a materiales del Carbonífero inferior, en este caso sedimentos marinos con las calizas de montaña con numerosos ejemplos de procesos cársticos (cuevas, cañones, etc.) y glaciares en las cimas más altas. En la zona de la meta se aprecian unas praderas (denominadas localmente Llagos) situadas en pequeñas depresiones que corresponden a dolinas (huecos de disolución de las calizas), remodelados por el hielo de los glaciares y que constituyen hoy día excelentes zonas de pastos para el ganado.

Coordinador: Sergio Rodríguez García (Universidad Complutense de Madrid).

Colaboradores:

  • Elisabeth Díaz Losada (Instituto Geológico y Minero de España).
  • Julio Garrote Revilla (Universidad Complutense de Madrid).
  • Juan Miguel Insúa Arévalo (Universidad Complutense de Madrid).
  • Blanca Martínez García (Instituto Geológico y Minero de España).
  • Mónica Leonor Meléndez Asensio (Instituto Geológico y Minero de España).
  • Francisco Javier Rubio Pascual (Instituto Geológico y Minero de España).
  • Ángel Enrique Salazar Rincón (Instituto Geológico y Minero de España).