Actividad tectónica y geotermal en la cordillera Bética

Esta etapa comienza en las Zonas Internas de la cordillera Bética, las “raíces” de la cordillera, formadas por las rocas más antiguas y profundas: rocas metamórficas del Paleozoico como gneises, esquistos y mármoles. Además, en su trazado, la etapa atraviesa zonas volcánicas e importantes estructuras tectónicas como grandes fallas generadoras de terremotos, para terminar las Zonas Externas (por las que discurre la etapa 8).

Figura 9.1. Relieve y mapa geológico de síntesis de la cordillera Bética. (http://www.senderosdealicante.com/geologicos/alicante.html)

La etapa se inicia en el Campo de Cartagena, una morfología de amplia llanura con una ligera inclinación hacia el SE formada por depósitos de abanicos aluviales de edad cuaternaria. Estos abanicos (así llamados por su forma de sector circular similar al del objeto con el que nos abanicamos) proceden de la erosión de las sierras circundantes, como la de Carrascoy situada al Norte. Esta sierra, compuesta por rocas metamórficas del Palezoico y rocas sedimentarias del Mesozoico y Cenozoico, ha sufrido un levantamiento “geológicamente” reciente (< 5 millones de años) a favor del sistema de fallas activas de la Sierra de Carrascoy, entre las que se encuentra la falla de los Tollos (LTF), cortada por el trazado de la etapa a 36 km de la salida.

Mapa geológico del tramo de etapa que discurre desde el Campo de Cartagena hasta Alhama de Murcia, atravesando la falla de Los Tollos (LTF) y la falla de Alhama (TAF-AAF) 1: Zonas Internas; 2: Mioceno; 3: Neogeno; 4: Plioceno-Pleistoceno; 5: Rocas volcánicas Neógenas;  6: Depósitos aluviales cuaternarios; 7: fallas; 8: cabalgamientos; 9: pliegues; 10: Fallas cuaternarias activas. Trazado de la etapa en azul discontinuo. (Modificada de Insua- Arévalo et al., 2015)

Una vez atravesada la depresión del Guadalentín, la etapa entra en los relieves de Alhama de Murcia, cuyo topónimo es tomado para nombrar a una de las fallas más activas de la península Ibérica, la falla de Alhama de Murcia, responsable del terremoto de Lorca de 2011. El término de “alhama”, compartido por otras localidades españolas, proviene del árabe al-hamman, que señala la presencia de baños de aguas termales. Este aspecto, junto con la existencia de una intensa actividad volcánica reciente es señal de que la zona tiene una importante actividad geotérmica, lo que implica un gran potencial energético de alto interés ecológico.

La importante actividad geotérmica de la zona también se manifiesta en el Monumento Natural de la Sima de la Higuera, ubicada al norte de Sierra Espuña, cuya entrada está coronada por una gran higuera, a la que debe su nombre. Esta cavidad se desarrolla en conglomerados y calizas del Oligoceno-Mioceno afectados por fracturas (en forma de diaclasas y fallas) que controlaron su morfología. En el entorno de la cueva aparecen importantes manantiales hidrotermales con temperaturas comprendidas entre 30 y 50ºC. La actividad hidrotermal hace que la cueva presente formaciones (o espeleotemas) singulares de gran interés espeleológico.

Espeleotemas singulares de la Sima de la Higuera generados por actividad hidrotermal  (https://cmonmurcia.com/wp-content/uploads/2020/11/sima-de-la- higuera.jpg)

En su tramo final, tras cruzar el gran accidente tectónico que atraviesa todo el sur de la península, el accidente Alicante-Cádiz, la etapa entra en las Zonas Externas, donde se encuentra con un abrupto relieve de dirección NE-SO con sierras de materiales mesozoicos de origen marino (ver detalles en etapa 8).  

Coordinador: Sergio Rodríguez García (UCM)

Colaboradores: Elisabeth Díaz Losada (IGME) Julio Garrote Revilla (UCM) Juan Miguel Insúa Arévalo (UCM) Blanca Martínez García (IGME) María Belén Muñoz García (UCM) Francisco Javier Rubio Pascual (IGME) Ángel Enrique Salazar Rincón (IGME)