Etapa 9. Alfaro-Estación de esquí de Valdezcaray.

Km. 195. Junto a Alfaro hay un excelente ejemplo de sistema fluvial meandriforme del río Ebro. Nos encontramos en el tramo medio del río, en una extensa llanura aluvial y el río presenta además una amplia llanura de inundación y una pendiente mínima hacia el mar Mediterráneo. En estas condiciones se forman numerosos meandros que evolucionan constantemente.

 Km. 167. El “Árbol de Igea” es uno de los elementos paleontológicos de mayor interés en la Rioja. Es un yacimiento constituido por un solo resto fosilizado. Se trata de una conífera de la cual sólo se conocen dos ejemplares. Su especie es Dadoxylon (Aracaurioxylon) riojense . Fue descubierto en 1986 y se ha datado como del Cretácico inferior (hace unos 135 millones de años). Tiene una longitud algo superior a los 10 metros y un diámetro de 40 cm en la base y 20 en su parte más alta. Su preservación se ha producido por perminerlización (sustitución del tejido leñoso original por sílice). Ello ha permitido que su estructura celular se haya preservado y que haya podido ser estudiado no sólo en superficie, sino también sus tejidos celulares a microescala.

Km. 160-130. A lo largo del recorrido de la etapa se pasa por las proximidades de numerosos yacimientos con huellas de dinosaurios. El conjunto de huellas que hay en esta área es tan diverso e importante que es difícil destacar un solo lugar concreto.  En el trayecto entre Rincón de Olivedo y Cornago hay varios yacimientos como son La Era del peladillo (7 afloramientos de diversa extensión) con huellas de terópodos, ornitópodos y saurópodos. Otros yacimientos quedan un poco más separados de nuestra ruta (Valdeté, Perosancio, Enciso, etc.), pero constituyen uno de los conjuntos de huellas de dinosaurios más importantes a nivel mundial que sigue siendo estudiado por investigadores de todo el mundo.

 Km. 100. El río Leza se atraviesa en Murillo de Leza donde ya ha llegado a la llanura riojana. Sin embargo, unos kilómetros más al sur forma un cañón de 6.500 metros de longitud y de gran interés paisajístico y geológico. que da lugar a un cañón de gran singularidad geológica y paisajística. Se desarrolla en materiales jurásicos y cretácicos. En su parte inferior, próximo a Leza del río Leza, el cañón se encaja en calizas jurásicas y es de carácter típicamente kárstico, alcanzando desniveles de hasta 200 m y paredes muy verticalizadas. En su parte superior, en los alrededores de Soto de Cameros se encaja en materiales mixtos calcáreos y terrígenos, es más ancho y presenta una serie de meandros encajados. En toda la longitud del cañón se observan numerosos pliegues y fallas producidos durante la orogenia alpina.                     

Km.0. La Sierra de la Demanda en la cual se enclava la estación de esquí de Valdezcaray presenta mayores alturas que la vecina sierra de Urbión y sin embargo presenta un glaciarismo menos desarrollado. Los elementos de morfología glaciar se encuentran aquí por encima de los 1900 metros. No se formaron en esta zona valles glaciares durante el Pleistoceno. Tan solo se registran algunos circos glaciares (hasta 27 se han identificado) que debieron tener pocos aportes porque no se extienden hasta alturas más bajas. Los circos más grandes se orientan hacia el norte y en algunos casos presentan pequeñas lagunas como las de Hoyas Grandes y Pozo Negro. Hay algunas morrenas, pero de pequeñas dimensiones. Son relevantes los procesos periglaciares como los canchales de gelifractos y las laderas con solifluxión.